viernes, 24 de julio de 2015

CUARTA DE FORROS

Al fin tenemos en mano y frente a nuestros ojos el Lapidario, la antología inaugural del aforismo mexicano. Se trata de una espiga finamente procesada por Hiram Barrios, mexiquense de sólida cepa, estudioso de los escritores ocultos, olvidados y periféricos, además de ensayista adscrito a una promoción que mira hacia horizontes culturales tramontanos, que traduce y parla otras lenguas sin dejar de rescatar su herencia literaria.
Esta novísima antología del aforismo mexicano, que he leído con asombro, placer y ánimo crítico, finca la primera analecta realizada en estas tierras y cuya historia se documenta dignamente aquí en beneficio de la literatura, el género en acecho y sus lectores. Este florilegio es una excelente inversión cultural: por su aporte, novedad, originalidad y muestrario incluyente, aparte de que no existe en Hispanoamérica un inventario antológico de tal naturaleza, que sí se dispone en inglés, alemán o italiano, pero no en francés ni en castellano por los muchos misterios que ha encerrado el aforismo en las centurias que arrastra su historia. 
Ojalá que estas palabras sean propicias para abrir las puertas y las ventanas a los aficionados y pergeñadores del pensamiento lapidario. Nadie se arrepentirá al vislumbrar sus horizontes: ni los lectores, ni los honorables editores, ni mucho menos la institución cultural que promueve este hallazgo. Gran hallazgo. 


Hiram Barrios (comp.), Lapidario. Antología del aforismo mexicano (1869-2014), Toluca, FOEM, 2015, 408 pp. (Letras. Ensayo)

martes, 21 de julio de 2015

DIPLOMADO

APARTE su lugar:


jueves, 16 de julio de 2015

SIRENA DEL SUR PROFUNDO

GRACIELA TOMASSINI

Menos leve que el silencio

Dicen que dicen algunos viejos isleros: en los esteros y bañados más remotos, donde ni los entrerrianos llevan a invernar las reses, mora una sirena. Mucho no se deja ver, y se me hace que más por coqueta que por pudorosa, porque ya anda medio entrada en años. Unos pescadores aseguran haberla enganchado en la línea una vez que andaban recogiendo por el Paraná Viejo. Con la aleta caudal ella misma se cortó el rizo enredado en los anzuelos, no sin antes echarles un buen terno a sus captores, que ese día no atraparon ni un bagre miserable. Desde entonces cundió la fama de la Sirena del río, y en todas las ferias de la costa se multiplican las ofertas del mechón que, según dicen, cura el mal de ojo, alivia el ardor de la culebrilla y es buen payé contra el mal de amores. Pero en su mayoría, no son más que escobillas armadas con musgos y restos de redes deshilachadas. El verdadero mechón fosforece de noche, y si uno se acerca, escucha, apenas menos leve que el silencio, las voces de los perdidos, los que fueron sepultados en las aguas.



lunes, 13 de julio de 2015

HOMENAJE AL DETECTIVE MEXICANO

PULSE aquí para acceder al número completo de la revista La Gaceta del Fondo de Cultura Económica, número monográfico en homenaje a Rafael Bernal y su complot mongol:




lunes, 6 de julio de 2015

GOLWARZ, DOMICILIOS DEL OLVIDO

Confieso que me sometí a los yugos del libro físico desde las edades juveniles, por esta sencilla razón me cuesta trabajo zafarme de ellos cuando se trata de publicaciones digitales, aun más cuando tienen un costo. En ciertas ocasiones, me desprendo de este sujeciones para acceder a un tipo de lecturas que me invitan a despojármelo. Es el caso de la antología que preparó Hiram Barrios sobre un escritor que cohabita desde hace décadas en el ostracismo, Sergio Golwarz, de nacionalidad múltiple, aunque nacido en Suiza (Ginebra, 1904), radicado en Argentina y laborado en México hasta su deceso (1974). Por sus diversas profesiones, además de escritor, dramaturgo, periodista cultural, traductor, compuso música orquestal y delegó a la posteridad algunos descubrimientos e innovaciones tecnológicas.
Gotas tóxicas (México, Cuadrivio, 2014) se llama la espiga antológica preparada por Hiram, quien desde su cibercolumna, Contra el Olvido, hace tiempo adelantó una semblanza y un alegato para recuperar la obra literaria, el acervo musical y las empresas científicas de Golwarz. Así, recuperar a los marginales es uno de los empeños del más joven y audaz estudioso del aforismo mexicano, como lo ha demostrado en Lapidario. Antología del aforismo mexicano, 1869-2014 (en prensa), en los ensayos que dan consistencia a El monstruo y otras mariposas (México, Naveluz, 2013) y en su aforística, Apócrifo (México, e.a., 2014).
La introducción a Gotas tóxicas justamente empieza trazando las coordenadas de espacio tiempo para ubicar al escritor en su órbita histórico-literaria, luego expone el corpus que procede de unos cuantos libros transterrados de las bibliotecas, apenas accesibles por la existencia bendita de las librerías de viejo, que sin ellas dicho patrimonio literario no lo conoceríamos e irremediablemente ya se hubiera convertido en materia del polvo y el olvido. A mí me consta que Hiram busca tales libros envejecidos y polvosos en esos recintos del olvido. En estos mismos sitios encontré los ejemplares que amparan mi desnutrida y también polvosa biblioteca. Por él he tenido en mis manos y frente a mis ojos ejemplares y títulos de Golwarz, cuya existencia libresca desconocía, por ejemplo éste: 126 ensayos de bolsillo y 126 gotas tóxicas (México, Libro Mex, 1961), donde clausura cada ensayo con un aforismo.
De la presente antología, recuerden que se trata de una edición digital, lamento que no se haya incluido una fotografía del autor o algunas portadas de sus libros, cuando están disponibles en el espacio cibernético, los archivos fotográficos mexicanos y, seguramente, en el baúl de los recuerdos que sus herederos argentinos arrinconan. Sin embargo, me he percatado que eso mismo distingue a los escritores raros —ausencia en el panteón de las letras—, pues hasta la representación iconográfica les ha sido negada —¿conocen fotografías de Pedro F. Miret?—, no sólo su inclusión en el canon o la historiografía literaria. Para mí, Golwarz es un escritor raro, otro más en la historia de la literatura hispanoamericana de los extravagantes, pletórica de marginales.
Sin embargo, dejemos de lado esta demanda personal y focalicemos las parcelas de aforismos y microrrelatos que fueron incluidas en la antología de marras. Ensayos y dramaturgia quedan para otra ocasión, más propicia para un autor negado, eclipsado en cierta medida por su talante antiborgeano y anticortazareano. Y para emprender nuevas búsquedas entre los libros de ocasión que ofrecen esos santuarios de los libros en que se han transfigurado las librerías de viejo.
Los géneros elegidos fueron los afortunados, pues ahora fluye el tiempo benévolo en que su marejada va en ascenso, las sociedades letradas ya no lo miran de soslayo y donde el talante de Golwarz se explaya con más libertades, artificio, genio, talento y estilo. Así lo explica el prologuista: “La edición de Gotas tóxicas, en aforismos o en minificciones, son las muestras de una artesanía verbal que combina el ingenio de la brevedad con la ironía, el pesimismo, [el] sarcasmo y un decantado humor.” Apunte al que añado una observación al vuelo: la expresión aforística desvela una verdad, comparte un empirismo, enarbola una sapiencia del mundo y atosiga al prójimo con sus puntas de flecha untadas de misantropía. Por su parte, los microrrelatos, expresión cuentística de la que Golwarz es un maestro pionero, aparte de solventar epifanías, audacias narrativas y provocaciones heréticas, solicitan depuradas competencias de lectura en sus planteamientos narrativos.
Concluyo con una anécdota para los iniciados, encontré en Infundios ejemplares (México, fce, 1969), al cuidado editorial del señor padre de Lauro Zavala, uno de los microrrelatos más breves jamás escritos y publicados, además de herético —en otros tiempos, su artífice merecería hoguera de inquisición—, que no transcribo por su extrema concisión y respeto al virtual lector de esta antología o de los libros que espulgará futuramente en esos recintos del olvido domiciliados en nuestra ciudad.


Sergio Golwarz, Gotas tóxicas (Aforismos y minificciones), selección y prólogo de Hiram Barrios, México, Cuadrivio, 2014.


domingo, 5 de julio de 2015

VISITA AL PANAL

AMIGOS, sean ustedes los únicos privilegiados en recibir esta primicia: la edición digital de mis relatos cortos, cierta aforística, libro de estilo y aprendizajes. Si no hallan solaz, alumbramientos, acompañamiento, serendipias y revelaciones, por favor, reclámenle al autor, que la razón literaria los asistirá. A mí qué.
He aquí la dirección virtual para su lectura y descarga gratuitas:




Enjambre de historias, México, UNAM-Naveluz, 2015, 75 pp. (Mandrágora)

PD: para quienes han tenido problemas para acceder, aquí dejo el sitio. Espero que haya más suerte:

Sitio: http://issuu.com/naveluz/docs/enjambre__ltimo__1_

sábado, 4 de julio de 2015

A DON GUSTAVO, EN SU TRAYECTO

AMIGO, COMPADRE LOBO, ADIÓS


En una jaula de palabras, la Princesa de hierro cometió un gazapo por estar enclaustrada entre sus obsesivos días circulares: dejó a su muchacho en llamas, ardiendo como los fantasmas aztecas por sus amores. Desde entonces se convirtió en la muchacha que tenía la culpa de todo. Con tinta sangre del corazón luego escribió la novela virtual, donde apenas bocetó: Quiero escribir pero me sale espuma, después intentó rememorar en un retablo de inmoderaciones y heresiarcas, a rienda suelta, sus batallas de amor perdidas, pero en un salto de tigre blanco nada más trazó unos proyectos para un yo ficticio. 

jueves, 2 de julio de 2015

SIRENAS DE CÓMIC

Beto Benza, minificcionista ilustrado, desde Lima comparte estas ilustraciones: