miércoles, 30 de noviembre de 2011

CONGRESO DE XILITLA

Surrealismo en Las Pozas
En la década de los sesenta seríamos una parvada de jipies viajando en un destartalado autobús florido, pero ya instalados en la centuria somos un grupo diverso integrado por varias generaciones de músicos, pintores, escritores, cantantes, dramaturgos y “oyentes” que viajan a la Huasteca potosina en pos del Segundo Encuentro Internacional Surrealismo Hoy realizado en Xilitla, lugar de caracoles en náhuatl, según me informaron varios pobladores nativos, pronunciando la toponimia con “j”. El viaje de esta tribu descalza fue comando por Fernando Betancourt, nuestro anfitrión potosino, quien resolvió cada uno de los imponderables del encuentro con madurez y sabiduría.
El trayecto nos ocupó entre ocho y nueve horas de camino, no porque se encuentre muy lejos el mágico poblado, sino por el camino sinuoso y serrano del trayecto carretero, aparte de que al volante lo mandataba un chofer novato para un camino tan espinoso, laberíntico, además de acuoso.
Previo a abordar el camión, conozco a Michael Pfister, suizo residente en México por su año sabático, traductor al alemán del marqués de Sade, cuya novela libertina Justin le ocupó diez volúmenes en la edición alemana. A él y su amigo les llevó diecisiete años terminarla. Por su reseña, entiendo que aparte de la biografía del autor, acompañan a dicha novela estudios críticos, ilustraciones y demás documentos para disfrutar tanto la novela como explicar al divino marqués.
El trayecto lo ocupamos en la tertulia, desarreglar como siempre es habitual el mundo y otros menesteres, que me ayudaron a informarme de cultura alemana, literatura suiza, corregir mi pronunciación barbárica del alemán —soy aprendiz del nivel I— y familiarizarme con la idiosincrasia helvética.
Al fin llegamos el miércoles por la tarde, y luego de soltar el aturdimiento y el azoro de vernos abandonados a nuestra suerte en una tierra ignota, un alma caritativa nos llevó a un restaurant por unos tacos, quise decir, unos guisos sin gastronomía. Luego nos instalaron en nuestros respectivos hoteles, pues los invitados sumábamos una cuarentena. Más tarde la tertulia se prolongó como es habitual hasta la madrugada por la charla, la situación del país, nuestros proyectos y demás asuntos mundanos que se tratan entre amigos.
El jueves a la mañana empezó el encuentro al que fuimos convocados, el Segundo Encuentro Internacional Surrealismo Hoy, donde fueron abordados temas tan caros a esa vanguardia, sus repercusiones en el arte actual y asumida herencia cultural. Del día destacó la proyección del documental de Javier Espada, El último guión, que narra de viva voz la presencia de Luis Buñuel en diferentes escenarios, países y espacios, testimoniados por diferentes personalidades, pero guiados por Jean Claude Carrière, su guionista en varios proyectos fílmicos. Por los testimonios recogidos, la selección rica de la iconografía, la novela familiar de don Luis y los pasajes explicados, la película se convierte en un material necesario para explicarnos al Buñuel cineasta.
Como parte del congreso se verificó al día siguiente el homenaje al escritor Francisco Tario, El equinoccio de Xilitla, para conmemorar el centenario de su nacimiento, donde intervinieron el editor guatemalteco afincado en México, Carlos López, el narrador Mario González Suárez, prologuista de la cuentalia del homenajeado, y este tecleador, quien expuso una “Endemia del escritor raro”, de pronta aparición en el Miretario.
Por la tarde del jueves se realizó una charla no carente de interés, “La mujer en el surrealismo”, donde un panel compuesto por tres investigadoras del arte expusieron con ilustraciones sus particulares perspectivas de género sobre una temática importante para la vanguardia, sus artífices, parejas, musas, símbolo y leitmotiv del arte pictórico surrealista.
El viernes la primera conferencia abordó el tema de la violencia y el surrealismo, que despertó mucho entusiasmo entre los asistentes y el público, pues la mesa estaba integrada además por los poetas Ignacio Betancourt, Eduardo Milán y Eduardo Vázquez Martín, quienes desde su entusiasmo y saber crítico expusieron la relación connatural del binomio, además de su relación con el país violento y el régimen. Las intervenciones de los asistentes fueron las más copiosas del encuentro. Por la tarde se realizó otra mesa memorable sobre el surrealismo en las artes, donde Aldo Rodríguez, músico y locutor de radio en su natal Culiacán, ilustró con detalle la influencia de la última vanguardia en la música orquestal; de particular interés para mí fue la emisión sonora de la Gnossienne, por su abrumadora belleza musical y brevedad sonora. Gustó sobremanera la exposición que planteó Javier Espada, virtual director de la casa Buñuel en México pronta a inaugurarse, quien en su recorrido por el cine internacional ilustró a los concurrentes con segmentos fílmicos entresacados de la filmografía francesa, norteamericana, mexicana y española, entre otras, las formas, imágenes y directores que abrevaron en la abigarrada imaginería surrealista. Hasta aquí el encuentro. De Las Pozas, asiento natural de la imaginación surrealista, vendrá otra estampa, al igual que la descripción de Xilitla, por ser un lugar hospitalario, por su clima benigno, flora inacabable y don de gentes de sus habitantes exige que le rinda una atenta crónica a la majestad de su paisaje.


En el orden desacostumbrado: JP, Mario González Suárez y Carlos López. Fotografía de Fernando Betancourt. 

jueves, 17 de noviembre de 2011

TESIS ELECTRÓNICA

Número otoñal

Ya salió el número otoñal de El Cuento en Red correspondiente a su número 24, cuya edición contiene la tesis íntegra de Dolores M. Koch, que presentó en 1984 en la Universidad de la Ciudad de Nueva York para obtener el grado de doctor. Acompañan al estudio pionero sobre el microrrelato mexicano un par de reseñas y otro par de decálogos para el deleite y la ponderación de los lectores.
He aquí el link de la revista:






miércoles, 16 de noviembre de 2011

DE POCAS PALABRAS

Decálogo de la minificción

Armando Alanís

1. Al grano.
2. Un minificcionista es un tipo de pocas palabras.

3. ¡Atrévete! La minificción no es para pusilánimes.

4. Una minificción es un dardo venenoso que da en el blanco.

5. Evita la tentación de convertir tu minificción en un cuento largo.

6. En una minificción no debe sobrar nada… ¡Ojo! Tampoco debe faltar nada.

7. Las mejores minificciones tienen la extensión de un solo párrafo; las sublimes, de una sola frase.

8. Uno se tropieza con las minificciones en la calle, en el café, en la cantina, en cualquier sala de espera, en la página roja del vespertino, en el table dance y ante el pelotón de fusilamiento.

9. Guarda tu minificción, ya corregida, en la gaveta del escritorio cuando menos una semana antes de enviarla a un periódico o revista.

10. De cada diez minificciones que escribas, tira nueve a la basura.





Fuente: El Cuento en Red. Revista Electrónica de Teoría de la Ficción Breve, núm. 24, noviembre, 2011.

martes, 15 de noviembre de 2011

A XILITLA POR OTROS MEDIOS



Documental realizado en Xilitla, San Luis Potosí, sobre Edward James y las construcciones surrealistas que edificó en medio de la selva Huasteca.


Dirección: Enrique Márquez Abella. 

XILITLA

Surrealismos Hoy
Población muy cercana a la ciudad capital del estado mexicano de San Luis Potosí. Xilitla se distingue no sólo porque está enclavada en la Huasteca potosina, sino porque en ella un gringo entusiasta construyó una ciudadela fantástica, llamada Las Pozas, que será sede del Segundo Encuentro Internacional Surrealismo Hoy, coordinado por el siempre afable Fernando Betancourt, quien gentilmente me invitó a exponer un adelanto de mis inquisiciones literarias sobre los escritores raros mexicanos, centradas en la obra de Francisco Tario, narrador surrealista de entre los habidos, de quien se festeja el centenario de su natalicio.
Expondré por allá “Endemia de un escritor raro” el día 24 de noviembre. A mi vuelta publicaré aquí  un adelanto, más una crónica de viaje. Podría invitarlos al viaje, pero es muy lejos y harto difícil de llegar.



martes, 8 de noviembre de 2011

HOMBRE DE LA PALABRA

Réquiem por Segovia
Por la noche de ayer me enteré en el noticiero cultural de la muerte de Tomás Segovia, un escritor de larga trayectoria en la edición, la traducción, la enseñanza universitaria, así como en la escritura en varios géneros, desde la epístola hasta el drama. El cuento, la poesía y el ensayo y la novela contienen los variados registros en que se expresó este hombre de la palabra.
De un tiempo para acá Ediciones sin Nombre comenzó a publicar su obra disgregada, la más reciente de que tengo noticia fue Cartas cabales, al cuidado de José María Espinasa, su más atento editor, quien para conmemorar el medio siglo de aparición de Zamora bajo los astros publicó la obra teatral en el 2005 en un libro de pequeño formato.
Mi mejor homenaje es conservar su palabra cabal.


martes, 1 de noviembre de 2011

NANOLITERATURA

Género ponencia
Al fin apareció el número 48 de la Revista de Literatura Mexicana Contemporánea, entre las más antiguas de su ramo, auspiciada en esta ocasión por dos universidades mexicanas, Tecnológico de Monterrey y Benemérita Universidad de Puebla, más la institución de origen  que la patrocina desde hace unas décadas, la Universidad de Texas campus El Paso.
El dossier contiene largos estudios sobre diferentes escritores emprendidos por estudiosos mexicanos y académicos estadounidenses. Hay poetas, dramaturgos, novelistas y cuentistas aceradamente desmenuzados. Sin embargo, el interés no radica sólo ahí, pues se trata de una revista académica que sobrevive con publicidad comercial de las instituciones educativas mencionadas. De otro modo, dudo de que haya sobrevivido más de tres números.
El ensayo de apertura, “Arreola, los designios del árbol”, afirma en su párrafo conclusivo: “En la nanoliteratura confluyen tanto la microficción como la microhistoria. El escritor con un relato calidoscópico y polifónico entretejió la suerte de Zapotlán; el historiador estableció con los métodos y herramientas de su oficio los prolegómenos de una nueva disciplina científica al reconstruir la historia de San José. Zapotlán el Grande es el protagonista literario de La feria; San José de Gracia es el objeto de estudio científico de Pueblo en vilo. Las semejanzas, las confluencias y los caminos paralelos entre estos libros capitales de la historia y la literatura son harto asombrosos y siguen abiertos para explorarse.











“Arreola, los designios del árbol”, en Revista de Literatura Mexicana Contemporánea, año xvii, núm. 48, vol. 18, enero-marzo, 2011, pp. 7-16.