miércoles, 20 de enero de 2010

MEMORIAS DE UN CONVERSO LUSITANO


Memorias de un converso lusitano

Para nuestra cultura política y tradición literaria es un hecho extraordinario la publicación de las memorias de un político o de un hombre de letras. El político no suele incursionar en ese ámbito de la vida privada y cuando las publica lo hace por cierto pudor y una clara voluntad de silencio para acallar sus incursiones en el espinoso, pantanoso o paradisiaco mundo de la política mexicana; el silencio cómplice también es otro valor específico para denotar los secretos de una vida dedicada al ejercicio público. El hombre de letras o el artista ciertamente también calla por pudibundez, o cuando decide revelar los asuntos privados y públicos de su trayectoria se da a la tarea de vanagloriarse de sus hazañas o matizar con medias verdades sus accidentes vitales, velando por educación los nombres de sus enemistades, ocultando los hechos vergonzosos o callando los pactos entre las tribus.
La reciente publicación de las memorias de un poeta que vivió y transitó en las órbitas externas del poder cultural, los cánones artísticos y los paradigmas escriturales merece el tiempo de silencio que demanda la lectura de Al revés que las víboras, las memorias de Francisco Cervantes, traductor del portugués, narrador cuentístico aunque, ante todo, fue un poeta convertido al lusitanismo. En menor proporción, su escritura circunnavegó por el epicentro de la ensayística.

Francisco Cervantes
Al revés que las víboras. Memorias, prólogo de Armando González Torres, México, Aldus-Instituto Queretano de la Cultura y las Artes, 2009, 61 pp. (Archivo Lusitano de Francisco Cervantes)