Estampas de verano I
Amargada por su fracaso, Emilia corrió desesperada por el parque sin importarle que lloviera, hiciera frío y no hubiera iluminación entre las calles. Ramiro no se presentó a la cita que habían acordado amorosamente la víspera. Al no presentarse, Emilia azotó contra el pavimento el reloj que le iba a obsequiar como presente de cumpleaños, mas Ramiro no llegó a su cita pues se fue con sus amigos a un bar, de donde salió a media mañana del día siguiente. La cita con Emilia era a las diez de la mañana.