jueves, 19 de marzo de 2009

Invitación a la relectura


Cuestionario del INBA

Charla en torno al jubileo de Pocho, que se realizará el 25 de marzo, a las 19 hrs., en el Centro de Lectura Condesa. Participan Ignacio Trejo y este escribiente.

1. ¿Cómo se encuentra el panorama actual de la literatura chicana tanto en su producción como en su recepción?
En Estados Unidos, las editoriales consagradas apuestan por los chicanos que escriben en inglés, cuyos derechos luego venden en Hispanoamérica para su traducción. Sólo que allá, denominarse chicano es limitarse a una comunidad muy pequeña, tremendamente reducida a las instituciones universitarias, gentilicio que no arropa tanto como el de “latino” o mexicano.
En México tiene un público escaso, pero leal, formado mayoritariamente en las tres últimas décadas del siglo pasado, periodo en el que los movimientos emergentes que distinguieron la época otorgaron al movimiento chicano y sus expresiones artísticas —cine, literatura, artes plásticas, música— un carácter de resistencia, un símbolo más de oposición al imperio.
En consecuencia, las editoriales mayores y menores de ambos países impulsaron a sus autores, ahora ya canónicos, quienes en el presente publican amparados con esta etiqueta cultural. La generación de relevo aún no se hace presente para dar continuidad a esta tradición cultural.

2. ¿Cuál es la importancia de Pocho para la literatura chicana?
Para la historia literaria del siglo XX fue la primera novela chicana que se escribió y publicó a fines de los años cincuenta, desde entonces se ha considerado como el antecedente más cercano de la literatura chicana, pero con los actuales estudios se ha descubierto otros precedentes anteriores escritos en español por mexicanos emigrados a Estados Unidos. Tal fue el caso de la novela de Daniel Venegas, Las aventuras de Don Chipote o cuando los pericos mamen, o la novela de José Revueltas, Los motivos de Caín, publicada dos años antes de la aparición de Pocho (1959).

3. A 50 años de su publicación, ¿qué deja esta obra a un lector actual?Para José Antonio Villarreal, autor de Pocho, era clarísimo que la literatura chicana era un ramal de la estadounidense, ya que se escribía en inglés en territorio yanqui —dicho con la retórica de otra época—. Pocho nos deja lo que una obra de arte procura dejar en sus lectores: la experiencia humana retratada en los extremos de la vida de un ser humano que vive bajo condiciones adversas para su desarrollo y realización. Es decir, las cuitas y tribulaciones de un protochicano en su afán de asimilarse a la vida en Estados Unidos, el país de adopción y asiento natural de las comunidades mexicanas expulsadas de la suave patria a causa de la ancestral y proverbial miseria.

4. Ahora que se efectuará la charla sobre Pocho, en el Centro de Lectura Condesa, ¿qué encontrarán los visitantes y asistentes durante el evento?
Naturalmente que una invitación a recuperar el legado chicano, en su vertiente literaria, a partir de un diálogo amenizado por un mexicano experto en la novelística chicana y un historiador de las efemérides, obras y protagonistas, que hablarán sobre esa tradición cultural considerada como el Benjamín de las letras universales.