martes, 2 de julio de 2013

PALABRIJES



José Manuel Ortiz Soto y Fernando Sánchez Clelo, Alebrije de palabras. Escritores mexicanos en breve, prólogo de Lauro Zavala, Puebla, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, 2013, donde los antologadores tuvieron a bien incluir mi relato “Cristina por la mañana”.
En otro momento publicaré aquí mis impresiones sobre esta nueva antología, uno de cuyos méritos es haber reunido a más de un centenar de cultores del género repartidos en el país. Habitantes de la república de los narradores vivos. Según el recuento del prologuista, sus edades oscilan entre los 30 y los 80 años. Una ausencia lamentable: JEP, ocurrida por razones conocidas por mí, aunque insalvables. Unas presencias que la mitigan: las nuevas narradoras, que colman con sus narraciones unas historias llenas de vitalidad.
Mientras llega el comentario crítico, adelanto unas observaciones tipográficas. La fuente utilizada, carente de “patines”, para el cuerpo de los relatos no me parece la más idónea para el mar de la prosa, aunque sí para las figuras de autor y título. La prosa, como la poesía, está sujeta irremediablemente a una tipografía clásica. Sin embargo, en los apartados del libro aquellas figuras no mantienen subordinación tipográfica alguna. Por otra parte, el piso de la caja tipográfica no conserva el mismo suelo en las composiciones.
Finalmente, es obligación destacar la esmerada edición textual de los microrrelatos y las respectivas semblanzas de los autores —muy bien equilibradas en sus extensiones—, además de la hermosa ilustración del colorido alebrije, animal fantástico elaborado con pura madera, no con “cartón”, como sostiene el prologuista, de quien por cierto no se afirma por ninguna parte —portada, portadilla, página legal—, que es autor del comentario liminar.
Gracias a José Manuel, gracias Fernando, por sus detallados esfuerzos para conquistar esta nueva cima para el microrrelato.
En sus manos y para sus pupilas quedan estos alebrijes, figuras donde se concentra la más pura fantasía mexicana.

1 comentario:

josé manuel ortiz soto dijo...

Javier, gracias por el comentario sobre Alebrije de palabras: escritores mexicanos en breve. En su origen, el alebrije estaba construido de madera, como refieres, pero en la actualidad, como tantas cosas, ha mutado: los grandes alebrijes que vemos circular en los desfiles tienen un esqueleto de madera o metal, pero están recubiertos de papel, por lo que el comentario del maestro Lauro Zavala nos pareció adecuado, genérico. También los hay de estambre -yo tengo uno-. Bueno, el mejor ejemplo de lo que digo es el alebrije que conforma nuestro libro, hecho de palabras.

Saludos y un agradecimiento público por tu apoyo en este alebrije.