martes, 19 de marzo de 2013

NOSTALGIA DEL LODO



Bestiario mexicano 
En México no sólo las sirenas o los manatíes, esos seres fantásticos del bestiario, tienen su ontología. También el ajolote, emblema animal, encuentra en estas tierras sin señor su apologética. Sirenas o manatíes se rastrean desde las crónicas del conquistador, incluso antes, y logran su representación en el arte popular, la música folclórica, el relato oral y los acervos literarios y visuales. El ajolote compite con ellos en tanto representación gráfica o literaria. Así lo atestigua esta Axolotiada. Vida y mito de un anfibio mexicano, concertada por la diestra batuta de Roger Bartra, socioantropólogo mexicano que cifra en este animal refugiado en el lodo la imposibilidad de la metamorfosis de una colectividad. Crecimiento impedido por sus formas de relación con el mundo exterior, huérfano del útero y cercenado su cordón umbilical.
Participan de esta prospectiva coral científicos, historiadores, literatos, artistas plásticos, provenientes de los siglos xix y xx, quienes rastrean la figura, función, símbolo y representaciones que adquiere este animal emblemático de la ontología del mexicano en variados acervos culturales y científicos.
En esta magna sinfonía de cinco movimientos —Antiguo Axolotario, Axolotología, Nuevo Axolotario, Axolotitlán, Axolotiada— prestan su escritura las voces canónicas de la bestia mexicana: Italo Calvino, Julio Cortázar, Octavio Paz, José Emilio Pacheco, Gutierre Tibón, Juan José Arreola —a quien reclamo que en su Bestiario no retratase a la sirena pero sí, en cambio, a este bicho de las charcas mexicas—, Salvador Elizondo, Primo Levi, Aldous Huxley, entre otros sabios y literatos de este reino o de ultramar. Por supuesto, los científicos anglosajones, los naturalistas francófonos y nativos también tienen su parte en este cántico por la larva: Georges Cuvier, Auguste Duméril, Stephen Jay Gould y Luis Zambrano. Y los exploradores decimonónicos de igual modo están presentes con sendas apologías al batracio: Bernardino de Sahagún, Francisco Hernández, Francisco Javier Clavijero y José Antonio de Alzate, que asientan su sabor, morfología, síndrome peterpanista, costumbre o ciclo circadianos, modos de airearse y demás minucias biológicas.
Esta magna sinfonía es clausurada por una banda de ciudadanos arraigados en la Nueva Axolotitlán, con asiento temporal en el siglo pasado, quienes recrean su fea existencia, la del ajolote: Rafael Lemus, Verónica Volkow, Héctor Manjarrez, Ana García Bergua, Carlos Chimal, Verónica Munguía, Alberto Ruy Sánchez, Christopher Domínguez Michael y Pablo Soler Frost.


Roger Bartra, Axolotiada. Vida y mito de un anfibio mexicano, México, FCE, 2011, 415 pp. (Tezontle)


Nota bene: una versión más refinada fue publicada en el suplemento cultural de La Jornada: “Nostalgia del lodo”, en La  Jornada Semanal, México, abril 7, Núm. 944, 2013, p. 11.

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