Consejos para
microrrelatistas
Orlando Romano
Como llevo 35 largos años vinculado al género de la
brevedad (nací hace 35 años en un parto muy prematuro) ofreceré 13 consejos
para los que se inician en el arte de escribir microrrelatos.
1. Imagina que tu historia, mientras es leída, aferra al
lector por la garganta. Lo que significa que si la historia es innecesariamente
larga, el lector muere por asfixia.
2. Acción, acción, acción. Sólo los genios conciben
micros eficaces empleando la inmovilidad. Si no eres un escritor de genio, y no
puedes resistirte a la inmovilidad, dedícate a la poesía, la pintura o la
fotografía; o a construir edificios, que es más rentable.
3. No ames la brevedad como a tu novio/a. Ámala mucho más.
O corres el riesgo de dejar de amarla.
4. El título es tan importante como el micro. A veces más.
5. Nunca te propongas escribir un microrrelato que complazca
a todo el mundo. Tu meta será complacer a unas poquísimas personas: a
Francisca Noguerol, a Lauro Zavala, a Fernando Valls, José Díaz, Clara
Obligado, Laura Pollastri, David Lagmanovich, Edmundo Valadés, Juan Armando
Epple, Violeta Rojo, María Tena, Guillermo Samperio, Dolores Koch, Antonio
Fernández Ferrer, a Miguel Gómes.
6. Debes leer, de rodillas, a Shua, a Brasca, a Valenzuela,
Torri, Arreola, Emán, Marco Denevi, Pía Barros, Pérez Estrada, Gómez de la
Serna, Anderson Imbert, Luis Mateo Diez, Virginia Vidal, a Monterroso.
7. Cuando, vanidoso, sientas que tus creaciones han
alcanzado una cima inalcanzable para otros, lee a los autores citados en el
punto anterior. Un microrrelatista debe tener los pies sobre la tierra. Respeta
al maestro, y aprende.
8. Si algún periodista te formulase la original pregunta:
“¿Qué libro se llevaría usted a una isla desierta?”, responderás con orgullo
y aplomo: Antología de cuentos breves y
extraordinarios, de Borges y Bioy Casares. Alguien que sienta verdadero
aprecio por su formación literaria no haría otra cosa.
9. De ninguna manera leerás los microrrelatos de Max Aub.
10. El microrrelato es enemigo de la repetición superflua,
que (salvo brillantes excepciones) frena la historia, quitándole agilidad.
Como si ahora yo dijera: no leas los micros de Max Aub.
11. Este consejo se lo debo a Bioy Casares: “Joven, al
carajo con el suspenso”.
12. Cortar, reducir, abreviar, sintetizar. Máximas
fundamentales del microrrelato. De ahí que estos 13 consejos queden en 12.
(Nota final: el lector bien avisado entenderá que hay que
leer a Max Aub, sobre todo sus Crímenes
ejemplares.)
Orlando Romano, Cápsulas
mínimas, Macedonia Ediciones, Buenos Aires, 2008, p. 83.
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