Último adiós
Los pateadores de San Sebastián, los urbanos de Ambulavio, estampan su itinerario solar en el libro de las queridas cosas y sobre los cuadernos en breve: Henos aquí, Lausía, a salto de río por la agonía del salmón, entre parentescos, la rama de cóleras, el pan de tribulaciones y los viajeros en sí mismos en el río de los años, ya que nuestro nombre en juego así se mantuvo durante el presagio y las cosas de la rutina grosera. Como tributo a ellos, en el futuro las lámparas oscuras serán como los soles, como las catulinarias y las sáficas en la emérita gramática fantástica de los silencios de Homero.
Foto: Pascual Borzelli Iglesias.
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