¿PODRÍAN SER AMADOS?
Ahora que me
solicitan un prólogo para la Actualidad del
reggae latinoamericano. Video documental y libro periodístico sobre siete
bandas latinoamericanas, trato de recordar cuándo, en qué momento de mi vida inicié a escuchar
esta música de la negritud caribeña. Entonces recuerdo que fue durante el
primer año de secundaria, contagiado por Alfredo Serna, en ese momento
orientador vocacional de la escuela, quien me introdujo por las sendas rítmicas,
sinuosas y cordiales de la música jamaiquina. Desde esa época colecciono
discos, libros, letras de canciones, carteles, playeras, películas e historias
musicales sobre el reggae, ese ritmo vitalísimo que pulsa el compás de mi vida
y fondo de mis andanzas por el sistema mundo de Babilonia.
Nunca me resistí a
la invitación cuando Cristian Cedillo Rodríguez, Adrián Jorge Rosales y
Edgardo Rodríguez Rosales
me pidieron prologar su libro —la
tesis de licenciatura que sostienes entre tus manos— sobre las ritmicidades del
reggae, por cierto, un trabajo maduro, sólido, digno y a la altura de las realizaciones
que se consagran día con día en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México,
de donde son egresados meritorios.
Mientras sopeso estas
palabras liminares, escucho en alto volumen las canciones de Bob Marley apiñadas
en mi Ipod, rebosante de expresiones musicales de los géneros de la negritud, pero
pronto me doy cuenta de que o escribo nada más, o deplanamente escucho sus
síncopas, pues tales músicas me obligan a tararear, a seguir el compás nomás con
el piecito o me impulsan a mover el esqueletón con cada rola en ciernes. Así
que decido castigarme, aventar los audífonos y apagar el aparato para poder
concentrarme en la confección del texto liminar que acompaña la presente tesis,
que ha superado, por sus amplias posibilidades culturales, su mera condición de
trabajo escolar. Así pues, emprendo la escritura de la introducción ya sin
sonidos amenos que la acompasen pero tú, lector, mientras tanto, puedes seguir escuchando
sus acordes, ¡faltaba más!
Luego me doy cuenta
que sus autores, Cristian, Adrián y Edgardo, han
trazado un panorama del reggae en América Latina que no había sido considerado
por los comentaristas musicales o críticos culturales de nuestras comarcas. De
hecho, los libros en nuestro idioma sobre el tema escasean. Apenas recuerdo el
de Lara Ivette López de Jesús, puertorriqueña afincada un tiempo en México, Encuentros sincopados. El Caribe contemporáneo
a través de sus prácticas musicales (Siglo Veintiuno Editores, 2003), donde
estableció un marco general de las músicas regionales que vibran desde el
epicentro caribeño, particularmente el género que conmueve a los jóvenes
autores. Nostalgiando mis lecturas vigesímicas, recuerdo un artículo periodístico
de Mario Vargas Llosa sobre Marley, Jamaica y el reggae, pero ni la memoria ni
el tiempo me alcanzan para localizarlo y así adoquinar este hoyo negro en la
búsqueda de los orígenes, transformación y aclimatado en la prosodia del
español que se persigue en Actualidad del reggae
latinoamericano.
Para su felicidad
aquí en la tierra, Cristian, Adrián y Edgardo han concluido su
trabajo para colmarnos de buena información, imágenes inéditas, entrevistas
puntuales y una documentación visual digna de aprecio, ya que pespuntaron con
las voces principales de la escena contemporánea el transplante, evolución,
arraigo y acoplamiento de este ritmo jamaiquino —o jamaicano como ellos
prefieren—, en las expresiones musicales de Latinoamérica, un continente muy empalmado
a los propósitos líricos del reggae, pues las más elementales necesidades sociales
de la región —pan, libertad, esperanza, amor, justicia, solidaridad— todavía permanecen
sin ser satisfechas, por ello el reggae se sigue entonando como canto de
igualdad y rebeldía. Nomás recuerden la canción de Peter Tosh, Equal Rights, demanda que sigue ondeando
por nuestros horizontes.
El sueño de Marley, expresado en su canción Could You be Loved, afirmación traducida libremente como Podrías ser amado, encarna muy bien en dichas necesidades latinoamericanas. Razón por la cual el reggae se ha convertido en las generaciones de antaño y presentes en el canto y el ritmo de unas exigencias sociales que solicitan el entendimiento de los demasiados problemas del mundo —So much Trouble in the World— para su solución, tal como quería el profeta del reggae.
Por cierto, apunto
al paso que la figura de Marley no está presente en el libro ni en el
documental que lo acompaña, siendo el caudillo, el icono rebelde y el artífice
de una nueva musicalidad que revolucionó una isla, dos continentes, una raza y
nuestra sensibilidad. Su ausencia quizá llame la atención, al igual que la
defensa y el elogio de la ganga, o su
repudio, acciones a las que no están obligados moralmente los autores de este documentado
paseo por el ritmo caribeño que nació para movernos, alentarnos y acompañarnos
en nuestras alegrías y más íntimas tristezas: One Drop, una lágrima nomás.
En cambio, sí está muy presente, entre otros tópicos, el rastafarismo, ese credo
religioso que se predica en la lírica misma de los compositores fundacionales.
Para Cristian, Adrián y
Edgardo queda entendido que si la Conquista extirpó
de raíz nuestras aborígenes creencias en Tláloc, dios de la lluvia nuestra, difícilmente
podrían creer religiosamente en Haile Selassie, el emperador etíope, para
rendirle pleitesía, máxime cuando se trató de un sátrapa africano, cuyos
rasgos, temperamento y modos de tiranizar su país fueron retratados por Ryszard Kapuściński en las crónicas organizadas en El emperador (Anagrama, 1989), aunque
nada de eso importó a sus epígonos jamaiquinos para idolatrarlo, tampoco a mí, pues
lo que anhelaba al escuchar los acordes y sus ritmos no era una revelación o la
comunión con la divinidad, sino el contagio de sus cadencias celebratorias,
porque eso es el reggae, una concelebración de la vida, la pauta rítmica cordial
con que transitamos por estas tierras de Babilonia, la Babylon Babylon de muchas
de las canciones lamento de Marley, Tosh y Jimmy Cliff, profetas, maestros y pioneros
del reggae en Jamaica, esa ínsula del paraíso donde la vida ha de ser más que
sabrosa por su apacible azul caribe, hervidero de verdes matas y jardín de
delicias musicales.
Ahora bien, ¿cómo se
acopló el reggae a las expresiones rítmicas, prosódicas y melódicas del español
en Latinoamérica? La respuesta se encontrará leyendo este sólido trabajo
periodístico de investigación, pionero en su género, original en su
planteamiento y novedoso como laurea universitaria, ya que cada uno de los
cantantes e integrantes de las bandas entrevistados plasma sus particulares
formas de composición, temas recurrentes, influencias, momentos y raptos de
inspiración, además de simpatías y divergencias respecto a los colores
trinitarios, la costumbre de la ganga,
los caudillos musicales y otras singularidades que acotan la naturaleza del
reggae.
Al terminar de leer
el libro y de mirar una y otra vez el documental que lo enriquece, respondo con
certeza a la pregunta planteada desde el inicio. Sí, podrían ser amados. Podríamos
serlo. Y más que nadie sus autores, que con dreadlocks
o sin rastas se soltaron la luenga cabellera para deleitaron con sus
entrevistas, encuadres, fotografías, entusiasmo y voluntad de saber sobre lo que
hay que saber acerca del reggae en Latinoamérica. Naturalmente, también podríamos
ser amados sus lectores, habitantes de esta Babilonia sin señor.
Cristian, Adrián y Edgardo, no
me queda más que una deuda de agradecimiento por su invitación. Enhorabuena por
esta Actualidad del reggae
latinoamericano. Video documental y libro periodístico sobre siete bandas
latinoamericanas, del que obtuvimos aprendizajes, enseñanzas y una información útil para
actualizar nuestra mesurada afición por el reggae. Les deseo éxito en los
siguientes proyectos que emprendan.
Rendido el
compromiso, no me queda más que solicitar a los muchachos que traigan la grabadora
y enciendan la música, que ya nos espera el jefe Marley con otras rolas más que
buenas. ¡Súbanle!
Javier Perucho, “¿Podrían ser amados?”, en Cristian Cedillo Rodríguez, Adrián Jorge Rosales y Edgardo Rodríguez Rosales, Una nota de reggae, México, tesis de licenciatura en Comunicación y Cultura, Universidad Autónoma de la Ciudad de México, 2013, pp. 6-8.
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