Andrés Neuman
La vocación de todo microcuento decente es crecer sin ser visto.
No es lo mismo lo breve que lo corto: lo breve calla a tiempo, lo corto antes de tiempo.
Lo más raro del microcuento no es su extensión minúscula, sino su radical estructura.
Los personajes del microcuento caminan de perfil.
La tentación del chiste es la termita del microcuento.
Todo microcuento empieza entre comillas y termina en puntos suspensivos.
Puntuarlo con bisturí.
Los verbos vuelan, los sustantivos corren, los adjetivos pesan.
El microcuento necesita lectores valientes, es decir, que soporten lo incompleto.
Cuanto más breve parezca, más lento ha de leerse.
Fuente: El País, 1 de octubre, 2007.
[Edición no venal.]
Otras lecturas, otros mandamientos de Andrés Neuman:
El equilibrista (Aforismos y microensayos),
El Acantilado, Barcelona, 2005.
Otras lecturas: Martín Gardella, “Breve entrevista a Andrés Neuman”, en Internacional Microcuentista, http://revistamicrorrelatos.blogspot.com/2011/04/breve-entrevista-andres-neuman.html
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1 comentario:
Me gusta, breve e ingenioso
Un saludo, querido Javier
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