domingo, 5 de septiembre de 2010

EL GRANO DE ARROZ


CAZA DE LETRAS 2010

Con la cancelación de la revista de don Edmundo Valadés, El Cuento. Revista de Imaginación, la promoción del microrrelato había quedado descobijada en los concursos nacionales, los talleres literarios y la prensa cultural. En ciertos momentos se dieron ciertas irrupciones volcánicas que lo pusieron en la mesa de las novedades, pero no se continuó el aliento de la revista ni de su principal difusor latinoamericano. Por cierto, uno de los premios que otorgaba El Cuento consistió en regalar al ganador… ¡un automóvil Renault!
De entonces ahora se celebraron contados concursos en México que premiaron el ejercicio literario de la microficción. Digamos por ejemplo que en Yucatán se mantiene uno que lleva el buen nombre de Agustín Monsreal, gran cuentista en sus variantes genéricas, que distingue la narrativa breve. También la revista Punto de Partida entre sus certámenes anuales para universitarios reconoce esta arquitectura narrativa. En su blog Alberto Chimal (http://www.lashistorias.com.mx) alienta un concurso mensual para el mismo género, que parte de un estímulo visual para todos los participantes y cuyo premio consiste en un trofeo virtual. No recuerdo otros, aunque mi remembranza no sea exacta o justa, tal vez haya otros más en el interior de las repúblicas literaria y geográfica. Ya me lo demandarán ustedes. Acotación que adoptaré en su momento en la misma entrada.
Para esta bitácora y su teclista es un asunto altamente distinguido el hecho de que la cuarta emisión del concurso Virtuality Literario Caza de Letras UNAM, se dedique en el 2010 a premiar la microficción, es decir, al microrrelato, aquí en el Miretario usado como sinónimo de lo que don Edmundo bautizó como cuento brevísimo. Para este certamen se abre la convocatoria totalmente a todos los participantes, sin las cortinas de la edad o la procedencia geográfica, aunque la de la lengua se mantiene. El único requisito es la aplicación irrestricta a este singular género, que en las dos últimas décadas ha vivido un frenesí desconocido en Hispanoamérica, que ha contagiado a los estudios literarios, los congresos académicos, las editoriales de bajo presupuesto, la blogósfera y otros recintos de exposición. Naturalmente, el origen de tal contagio proviene de sus cultivadores, los narradores que han convertido al género en un territorio de conquista, en un espacio de libertad creativa donde exponer con los ilimitados medios y recursos del género los intersticios de la vida del hombre en su tránsito por la Tierra, estampándolos sobre un grano de arroz.
Sus organizadores puntualizan que “Caza de Letras es un Concurso-Taller de minificción en línea, internacional, que será dirigido por tres escritores, que también se desempeñarán como jurado, durante seis semanas”.
Las bases de la convocatoria las pueden encontrar siguiendo este enlace.

http://www.cazadeletras.unam.mx/convocatoria.html

Y como dijo Pedro F. Miret, “¡Afilar lápices, ya!”.

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