martes, 2 de octubre de 2012

COLUMNA INVITADA


Elena Jiménez S.
Estudiante de Arte y Patrimonio Cultural

Hegel dice en alguna parte que todos los grandes hechos y personajes de la historia universal aparecen, como si dijéramos, dos veces. Pero se olvidó de agregar: una vez como tragedia y la otra como farsa. Caussidière por Dantón, Luis Blanc por Robespierre, la Montaña de 1848 a 1851 por la Montaña de 1793 a 1795, el sobrino por el tío. ¡Y a la misma caricatura en las circunstancias que acompañan a la segunda edición del Dieciocho Brumario!
Karl Marx, El dieciocho Brumario de Louis Bonaparte

El 20 de abril de 1999, estalla un movimiento de huelga en la Universidad Nacional Autónoma de México para echar abajo el aumento a las colegiaturas pretendido por el Rector Francisco Barnés de Castro, no obstante que el Consejo Universitario da marcha atrás a dicho propósito habiendo transcurrido un poco más de un mes de huelga, el conflicto se prolonga más de 9 meses. El 25 de enero del 2000, el sucesor del Rector Barnés, Juan Ramón de la Fuente, pretende entrar a Ciudad Universitaria, es recibido por los paristas a empujones, jaloneos, insultos y su vehículo en el que escapaba de los fanáticos, fue pateado y pintarrajeado.
El secuestro de la UNAM fue promovido al principio por una coalición de fuerzas muy heterogénea, desde los moderados encabezados por el PRD, hasta grupos radicales que se opusieron a cualquier arreglo. Durante el paro estudiantil, los grupos moderados se deslindaron de los radicales y aceptaron, para acabar el conflicto, los términos planteados por el Rector, mientras que los radicales se opusieron a cualquier arreglo, hasta la entrada de la policía federal preventiva el 6 de febrero de 2000 a Ciudad Universitaria.
El paro de nueve meses en la UNAM, fue una verdadera tragedia pues, no obstante que gran parte de las demandas se habían obtenido en las primeras semanas del conflicto, el haberse prolongado de manera irracional, negó el derecho a la educación a centenas de miles de jóvenes, provocando un daño en el proyecto de vida y psicológico a los mismos.
En la UACM, está pasando un caso similar, el secuestro de las instalaciones de la UACM está generando un daño psicológico profundo e irreparable, a miles de jóvenes que encontraron en esta universidad una opción para su formación profesional y ahora se encuentran con que una minoría atentan contra su derecho a la educación y a un futuro mejor.
Para este caso, solo me referiré al plantel San Lorenzo Tezonco, plantel que he conocido y he dado seguimiento desde que la Dra. Esther Orozco O. llegó a la rectoría.
En este plantel, por su dimensión y por la cantidad de alumnos que asisten a clases, era notorio cómo, muchos profesores se destacaban por su irresponsabilidad, es más, me di cuenta de cómo los maestros acomodaban sus horarios por que daban clases en otras universidades (aun lo hacen, solo que nadan de muertito). Es decir, esa libertad que tanto presume el tristemente célebre “proyecto original” es un verdadero monumento a la irresponsabilidad de todo mundo, hablo de profesores, trabajadores (son los pocos) y los mismos estudiantes que estudian cuando quieren, a la hora que quieren y si quieren. Muchos solo se inscriben pero jamás certifican sus materias.
Para no hacerla tan larga, vi con buenos ojos la crítica que hizo la Rectora al famoso “proyecto original de la UACM” y sus resultados en aquel desplegado donde todo mundo solo vio la frase en donde dice que el modelo educativo de la UACM “es un fraude”. Nadie quiso ver los argumentos o la crítica (para esos que se llenan la boca con este término) al modelo educativo. A estas alturas, ya estoy cayendo en la cuenta que no les dolió el término “fraude”, sino los ajustes que debería sufrir ese modelo de la irresponsabilidad y de la autocomplacencia, todos los aviadores (“talleristas” y uno que otro profesor), vieron que la jauja estaba por terminar. La única forma de defenderse, era declararle la guerra a quien se atrevía atentar contra esa comodidad en que estaban un buen número de “académicos”. Desde entonces hemos estado viendo cómo primero intentaron quitarle a la Rectora el nombramiento a través de argucias legaloides utilizando el Consejo Universitario, luego un sector del SUTUACM intentó en dos ocasiones estallar una huelga sin ningún motivo, afortunadamente la mayoría de los afiliados al sindicato han rechazado tales propósitos. La campaña de desprestigio contra la Rectora ha sido total y permanente, en particular hay un grupo de activistas, perdón, profesores, que han convertido sus clases en verdaderos mítines contra la Rectora. El cambio de Enlace Administrativo fue otro motivo para seguir descargando y fomentando el odio contra la Rectora y, lo que ha derramado el vaso, han sido las elecciones de consejeros universitarios, elecciones realizadas en un ambiente de mitin revolucionario, de agitación y en un ambiente antiorozquista, hay videos de todo esto. Se suma a lo anterior la votación atípica que solo muestra la manipulación, el acarreo y la compra de voto, en fin, fueron unas elecciones al más burdo estilo priista.
En la UNAM, fueron las cuotas lo que provocó el paro, en la UACM, el pretexto son las elecciones, la verdad, es que el paro es motivado por un pequeño grupo de maestros y alumnos que están enfermos de odio, solo que ahora el paro no afecta a la Rectora, sino a más de siete mil alumnos del plantel.
La famosa Asamblea Universitaria o Consejo de Lucha o Foro Académico o grupo Salvador Allende, es una minoría activa, siempre han convocado a supuestas asambleas de la comunidad universitaria donde ellos ponen la mesa, el sonido, a los de la mesa de debates, a los concurrentes, la orden del día y ellos mismos se autoagitan. Siempre han aprovechado coyunturas como las famosas Reglas de Convivencia, la destitución de Julia Cortés y, como ahora, las elecciones de consejeros para atizar el descontento. Decidieron el paro en una Asamblea donde ellos la convocaron y ellos la dirigieron y ellos la argumentaron, nadie, hasta eses momento les había hecho frente, de manera espontánea estudiantes de ciencia y tecnología se manifestaron llegando a representar a más de 200 alumnos contra el paro y 385 (ellos le aumentaron 100 más, pues ellos contaron) a favor del paro. Los alumnos de ciencia y tecnología tuvieron apenas dos días para organizar una consulta mediante voto directo y secreto, misma que demostró que una mayoría representada por 815 estaba en contra de cerrar el plantel, contra 669 a favor. No obstante este resultado, ese mismo día los paristas tomaron las instalaciones.
Hoy tristemente vemos un plantel vacío, pintarrajeado y saqueado, sin vida académica. Instalaciones que, sin alumnos, académicos y trabajadores administrativos, técnicos y manuales, no deja de ser eso, instalaciones, pero no un plantel universitario. Hoy, ya no existe la UACM, plantel San Lorenzo Tezonco. Hasta cuándo seguiremos viendo a maestros felizmente tomando café enfrente del plantel, dando clases de odio contra la Rectora a los pocos estudiantes que acuden, apoyando con recursos económicos a una guardia de máximo 50 paristas y acarreando alumnos a sus movilizaciones.
Ha llegado la hora de saber quién quiere a la universidad, a la universidad a secas, no importa si es neoliberal o antineoliberal, lo que se necesita es una universidad cumpliendo su función social y sus actividades sustantivas. Quiero ver a trabajadores académicos y administrativos, técnicos y manuales, defendiendo su fuente de trabajo y su trabajo mismo, es muy cómodo (pero también es indigno) no trabajar y seguir recibiendo sus salarios puntualmente cada quincena. Quiero ver a los estudiantes que sí quieren estudiar, manifestándose por la apertura de su centro de enseñanza. Quiero ver que la universidad resuelva sus diferencias dentro del marco normativo y no mediante tomas o cierres de planteles que, lo único que hace es negarle a miles de jóvenes su derecho a estudiar.
La comedia que vive la UACM, no deber convertirse en la tragedia que vivió la UNAM en 1999-2000 y la que vive la Universidad Nicolaíta del Estado de Michoacán.

¡POR UNA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE LA CIUDAD DE MÉXICO ABIERTA, YA!