lunes, 28 de enero de 2013

INVITACIÓN ABIERTA

Y sigue siendo el Dino 


jueves, 24 de enero de 2013

AZUL MANIFIESTO

Lecturas en azul
Mañana se presenta en Murcia (España), el número 13 del fanzine Manifiesto Azul, que recoge una prosa breve de este bloguero, "Vida de la mosca", donde habrá lecturas en voz alta, presentación de la revista y más. He aquí la versión digital del manifiesto:


También agrego el sitio de este colectivo español para los interesados:



lunes, 21 de enero de 2013

RETRATO DE NEREIDA


Por Lourdes Almeida, fotógrafa mexicana 












Foto: Lourdes Almeida. Edición no venal.

lunes, 14 de enero de 2013

ESE DESCONOCIDO, RARO Y MALDITO

Santiago Sierra Méndez
Apenas llegado el paquete fui a recogerlo a mi domicilio postal. El editor, Carlomagno Sol, me avisó desde Xalapa, que venían en camino unos ejemplares. Mi sorpresa fue harta al abrirlo, pues el volumen que contiene mi ensayo, Textos marginados y escritores raros mexicanos, siglo xix (Universitas Castellae, 2012), fue impreso en Valladolid (España) el año pasado.
Textos marginados y escritores raros mexicanos, siglo xix recoge nueve ensayos centrados en la palinodia de los escritores raros que florecieron en siglos anteriores, particularmente en la colonia, la independencia y el porfiriato. Dos estudiosos se encargan de rescatar la obra de un par de escritoras olvidadas: Soledad Manero de Ferrer y Francisca Betanzo, otra de mis sorpresas, más el estudio que se encarga de la sor Juana bocetada por Amado Nervo.
En “Santiago Sierra, ese raro, indocumentado y desconocido”, trato de rescatar las tareas que desempeñó en la república, su figura, obra e historia de un escritor decimonónico muerto prematuramente en un duelo a muerte, tal como se estilaba en el antiguo romanticismo, aunque muerto en defensa y promulgación de sus ideas liberales. Dos apéndices acompañan este rescate, en el primero se hace un levantamiento de sus empeños como tipógrafo; el segundo, el retrato de don Santiago, una estampa desconocida encontrada en una revista de la época.
En palabras del prologuista, “Javier Perucho ilustra fehacientemente lo que debe entenderse por un habitante de las letras raro y olvidado. Una de las contribuciones de su artículo consiste en el planteamiento de un cierto tipo de escritor raro cuya rareza coincide con la de otros escritores olvidados […] Sin embargo el caso de Santiago Sierra Méndez destaca por su callada gran trayectoria de editor. El olvido y la sombra que lo cobijan atestiguan su rareza.”
En el íncipit del ensayo de marras, apunto que “Aceptada la naturaleza de la literatura y su ecosistema, los escritores extravagantes se encuentran en un limbo documental, pero ésa ha sido siempre su condición. Veamos si no. Sucede que habitualmente o nadie sabe de ellos o sólo un grupo numerario tiene noticia de su existencia y legado bibliográfico. Para esos fanáticos son objeto de codicia, atesoramiento y un culto que se manifiesta en reverencias, elogios desmedidos y en la edificación de un nicho donde encienden sus veladoras al santo rebelde. Dichos fanáticos en repetidas ocasiones fueron compinches en las andanzas del escribidor, por ese convivio esparcen anécdotas de la vida bohemia, esbozan su retrato, modos de trabajo, manías, carácter y temple artístico; bocetan la novela familiar del artista desconocido y atesoran inéditos en audio, visuales o documentales para la posteridad negada. Eso acontece cuando se dispone de una noticia fidedigna del escritor que no fue inventariado en las antologías genéricas, las historias de la literatura y los censos académicamente elaborados.
”El siguiente trío sirve para ilustrar el aserto anterior. Efrén Hernández, Xavier Vargas Pardo o Pedro F. Miret son los casos ejemplares del siglo xx mexicano por su rareza atípica y el consenso en torno a su escritura extraña, además de ubicarse en el epicentro de un objeto de culto. Tienen un club de fans, sus obras se trasiegan con devoción, son leídos no en medio de la catacumba, pero sí en silencio devoto, casi en secreto.”


JP, “Santiago Sierra, ese raro, indocumentado y desconocido”, en Carlomagno Sol (ed.), Textos marginados y escritores raros mexicanos, siglo xix, Valladolid, Universitas Castellae, 2012, pp. 101-112. 

viernes, 11 de enero de 2013

PRINCIPIO: ESPERANZA


LA BAILARINA

Nubia M. Díaz Cruz
Había una vez una chica tenía 12 años pero era pobre pero le dijo a su papá que quiere ser bailarina y él dijo que eso es muy caro y a nosotros solo nos alcanza para pagar la renta y entonces se fue a su cuarto y se puso muy triste, no podían hacer su sueño realidad, y entonces le dijo a su papá qué puedo hacer para hacerme bailarina, salir de la escuela o no entrar a la escuela de ballet, dime si entro qué pasa, nos quedamos sin casa, y eso no puede ser, hojita de papel, pasaron cinco semanas, fueron a comprar leche y regresaron y la niña que se llama Lulú prendió la tele y pasaron un anuncio de que si encuentran a tres salchichas (perros) se tenían que ir al parque del Bicentenario y ahí se inscribieran para ganar, pero como a los jueces les parecieron muy amigables entonces les preguntaron si eran pobres, ricos o medio y su papá le dijo a ese señor que cómo se atreve a decirnos así, somos pobres, y toda la campaña se reunieron y platicaron y pasó cinco minutos y a ellos les van a dar los tres perros, les dijeron donde debían reunirse:

1       el centro comercial
2       el parque
3       el cine

se fueron el primer día y encontraron al perro detrás de un árbol, se fueron el segundo día encontraron al perro en una resbaladilla y el tercero lo encontraron en las palomitas con caramelo y al día siguiente Lulú se fue a la clase de ballet.

FIN



La autora del relato, Nubia Díaz, tiene ocho años; la foto que lo ilustra también es de ella.

jueves, 10 de enero de 2013

EPÍSTOLA DE SAN MARCOS

Crítica a la crítica


FUENTE: Animal Político, http://www.animalpolitico.com/2013/01/ezln-lanza-carta-grafica-a-la-chafa-critica-de-los-criticos/  (enero 10, 2013)

miércoles, 9 de enero de 2013

PUERTA DEL SOL

Apertura con el hermano sol

Punta Norte, Isla Mujeres, Quintana Roo, enero, mmxiii.